pasado reciente

Si no fuera por el Espidifen 600 mg y el Augmentine 500/125 mg
no estaría aquí ahora mismo. Estaría retorciendo la cama con los
dientes, que yo de eso entiendo un huevo. Estaría probablemente
delirando, como he estado haciendo desde las oo:oo hasta las o9:00.
Pensando en saltar por el balcón, a lo Peter Pan acomplejado.
Pensando en despellejarme el brazo izquierdo con un cuchillo de sierra.
Intentando no pensar en la infección de mis nervios molares, que ellos
si que me acuchillan el cerebro, pudriendolo por dentro, de tal forma
que ni el mismísimo Aníbal Lecter osaría practicar sus dotes
culinarias con él.
A las cinco de la mañana he puesto a los Monthy Pyton en el ordenador
para alegrarme al menos, dentro de mi punzante sufrimiento dental.
Los caballeros de la tabla cuadrada. Nada peor para mi delirio.
Siempre hago lo mismo.
De la misma manera que suelo crearme mis propias
imágenes en la cama, mientras intento dormir. Enlazo conceptos
como bicicleta, formón esmerilado, cristal, abyecto, rubia, adoquín...
de manera asombrosa. Tributo a los relojes blandos del
Tio Eugenio Salvador. Artista guión payaso. Ja.
Sí, yo es que sueño en espirales. Una cosa me lleva a la otra
y la otra a ninguna parte. No se si me explico. Al llegar al origen
de la espiral, todo explota por asi decirlo. No hay ni marcha atrás
ni marcha alguna. Como una pesadilla Clive Barkeriana, pero en lugar
de cadenas, yo me limito a poner caras conocidas.
Aunque pueda parecer que es ahora mismo cuando estoy delirando debido
al ingente material farmaceutico que corre por mis sanas venas, no es
así. Estoy en el mayor momento de lucidez del dia. De hace meses incluso.
A pesar de que solo son las 09:50 y no he podido dormir ni siquiera
dos minutos.Aquí estoy, feliz dentro de la mediocridad de estar aqui.
Ignorante pero felíz que se suele decir. Y a salvo ,por el momento,
de mi propia podredumbre.
Lo curioso que sería estar enfermo a voluntad, para asi poder apreciar
los placeres de estar sano. Se acabarían muchísimos problemas personales.
Casi todos por no decir todos. Incluso mis enésimos esfuerzos por asimilar
y normalizar todo aquello que NO es normal para mí. Por mucho que me
quieran enseñar, a porrazos o conceptos, no estoy hecho para los fines de
semana. ¿Es que no se me nota, joder? Parezco un esbozo de psicópata
jugando a ser Chachi. Pero bueno, yo se mi verdad. Y es por eso que
me divierto. Yo se que en el fondo
estoy bien así. Siendo un hijo de puta en la intimidad, como se suele
decir en estos casos. Hay que ver los buenos gestos que a veces me salen
para intentar llamar la atención. Bueno, exactamente no es eso. Más bien
debería decir, ¿Kafka? Sí, un puto gilipollas, y qué.

El caso es que lo que MÁS odio de este mundo son las explicaciones a
cualquier persona que viva fuera de mi cuerpo. Exactamente es el mismo
odio que el que le procuraba a los exámenes o pruebas orales.
¿Qué cojones de interés puede tener una persona normal en demostrar,
en escalas de 1 a 10, sus conocimientos justo cuando no hacen falta?
Ya se que es la base de la enseñanza mundial pero no creo en ello.
Ya tengo suficiente con aprender y memorizar con esta memoria saturada,
llena de archivos temporales.
Pues a eso me refiero. ¿De qué me sirve contar y volver a contar 25
veces mi vida, mis gustos, mis aficiones, mis peliculas favoritas o
mi actriz predilecta, solo para mantener una conversación totalmente
imbécil, que no durará mas de una noche como mucho? ¿De qué me sirve
no aburrirle la noche a alguien que solo quiere aparentar no estar solo?
A eso me refiero desde el principio.
Porque No estáis menos solos que yo, caramba. Solo que teneis más dinero,
más belleza, menos verguenza, un padre trabajador o más estilo. Pero
eso al fín y al cabo ¿de qué os servirá en vuestras obscuras habitaciones del pánico?
Todos tenemos el mismo nivel de humanidad aunque no lo parezca.
¿Qué tal si probamos la carne humana?

No hay comentarios: