no hay mas flores nonononononononono

noto que soy alguien que existe.
que ocupo un espacio
y el tiempo no me alcanza.

noto que hay ciertas similitudes.
que puedo llegar a entender casi cualquier cosa
menos el secretismo .

intuyo levemente que mi presencia es placentera
quizas de la misma forma
que no me gusta estar solo en el fondo.

noto que la edad es un grado
que hay que saber usar
a riesgo de parecer imbecil .

noto que la gente tampoco es para tanto
que son todos mucho mas simple
que lo simple que parecen ser .

como un cura pervertido que se pajea
a traves de la celosia del confesionario .

como todas las perchas, cuchillas, salivas
caderas, minifaldas, arañazos y pezones
que nombro .

noto que sigo teniendo mismo hueco vacio.
haga lo que haga .

las imbecilidades e hijoputeces de barra
no me ayudan en absoluto fuera de su ecosistema egolatra.
y todos lo sabeis .
haciendoos los remolones .
algunas con las manos en el pubis
otros con el pubis en las manos .

noto que tengo el mismo hueco de puzzle
escriba entrelineas o entre maderas.
noto que tengo el mismo hueco de madera,
entendiendo el rompecabezas
o disfrutando de tu lejana prohibicion.
entiendo que todo sea imposible
haga lo que haga .


6:40

cuando te das cuenta de lo poco que importas
se te ocurren cosas como botes de pringles vacios
esparciendo sus semillas

cuando sabes que el mundo es un puto pañuelo
¿que puedes hacer?
me temo que esperar a estar cuerdo.
si

el caso es esperar
como indomito trozo de mierda, si
como arrebatador acorde inventado
como tu
como yo
como nada
como una luna que es un pedrusco
pero miramos como tontos
como un "eres imprescidible"  a mi manera.
si
sigo pensando en cosas que nunca he vivido,
ya me conoces
tan fiel y tan cruel
como un perro lleno de garrapatas
como aquel antiguo faisan dorado
que jugaba al demacre

A estas alturas solo queda calma

Digamos

digamos que no hay nada que me preocupe ahora mismo
más que yo mismo
digamos que no gasto discoduro pensando.
digamos que nunca utilicé el verbo intentar
digamos que estoy borracho
digamos que no hay nada de nada
digamos que no tengo nada que decir
que estoy hueco, maloliente y seco.
digamos que las manzanas ayudan,
que me alivian el ardor de estomago.
Digamos que estoy bien
que no estoy bien
que si pero que no
que blablablá
pero que si que me importa
y no como torta.
Digamos que me afectáis todos
con vuestras agujas bicarbonatadas
Digamos que soy un buen actor
y sigamos concursando


Ultimo dia en la vida de una flor

Recuerdo un día de verano,uno de esos días que el sol no ofrece ni la más mínima tregua,que andaba yo bastante colocada por la calle, esa misma tarde, despues de comer un escaso filete de pollo medio crudo y unos guisantes de lata caducados hacía varios dias, me había metido algo de cocaína en la soledad del motel donde me hospedaba por aquel entonces.Era uno de esos
moteles que no salen en ningùn tipo de guìa subvencionada por el estado,muy barato eso sí,pero con más de doscientas
cucarachas por inquilino,paredes de papel descolorido, colillas del invierno pasado por el suelo,enmohecidas,y rodapiés renegridos con ese extraño polvo negro y nauseabundo que se crea en los rincones de los bares mas transitados.
Pues iba caminando hacia ningún lugar y los pasos se me mezclaban.Los de la pierna izquierda con los de la derecha y al
reves.Tenía, o al menos yo creía tener, la vista fija en un punto, unos dos baldosines más allá de mis pies y contabilizaba
mentalmente los chicles pegados, las alcantarillas, las colillas de tabaco rubio americano, y los papeles inservibles.
Iba cruzandome con personas grises dentro de grises vestido y grises cabellos ondeaban al viento.Miradas que se perdían
por mi propia voluntad y la de los demás supongo.Eran todos pequeños trozos de la ciudad, insignificantes trozos con menos
valía individual que un trozo de mierda de perro.Todos menos yo.Yo sí que iba segura a cada paso firme.Me salía vapor de agua del aura y lo inundaba todo a cada paso .Los ojos me volteaban sin mas motivo que ninguno.Todo era perfecto y unidimensional, plano e irrelevantemente acogedor.Sentía esa estupidez supina que te embarga en los grandes colocones,en esos que, al principio se cuentan con los dedos de la mano , y que al final, acabas harta.En definitiva,era todo grandioso aquel día que caminaba sin motivo ni fin,por aquella calle que ni recuerdo el olor.Pero todo se acaba y los colocones mucho más rapido.Aquel día me di cuenta de que todo había acabado cuando un frío charco de una lluvia que no mehabía dado cuenta que caía, traspasó la suela de mi zapato y me tocó los dedos de los pies.ALLANAMIENTO DE MORADA,CHAVALA.
VUELVE A TU CASA QUE TE HACE FALTA,MUCHACHA.Media vuelta y la diligencia ya vuelve a tener destino...
JOHN WAYNE JOHN WAYNE JOHN WAYNE JOHN WAYNE JOHN WAYNE JOHN WAYNE JOHN WAYNE JOHN WAYNEJOHNWAYNEJOHNWAYNEJOHNWAYNEJOHNWAYNE

Abrí los ojos y estaba en una cama que me resultaba asquerosamente familiar,era mi cama con sus sábanas de siempre, y sus babas pegadas en la almohada, la cama acartonada que yo la llamaba.La boca me ardía y por un momento creí que los dientes
se me iban a derretir y se quedarían pegados para siempre a mi lengua.Los sesos me retumbaban y la obra pública imaginaria de dentro de mi cabeza no hacía nada por facilitarme las cosas.Estaba en bragas sobre la sabana almidonada y mis blancos muslos se veían tan tan tan ridiculos,que tuve que taparme aunque eso me aproximara más a mi asquerosa muerte por asfixia.En mi mente resacosa solo había una palabra que lo inpregnaba todo:SAUNA.No podía dejar de pensar en mi cuerpo sin cabeza dentro de una sauna durante interminables horas de secano y humedad.La piel arrugada, desgarrada debido a la fragilidad que adquiere despues de tanta humedad."Estoy dentro de una sauna.Tengo que salir de aquí.Si permanezco aquí un segundo más, me estallará el cerebro reseco en cien pedazos y lo tendré que recoger todo.Hay que salir.
Tengo que escaquearme de esta antesala del infierno".Me incorporé de sopetón sobre el colchón y una oleada volcánica de
lava hirviendo que se precipitó esófago arriba casi me hace vomitar la vida entera.Aguanté el mal trago,me puse en pie agarrándome a la pared de la izquierda,la de la lámina imitación de Schielle, y caminé despacio despacio pasillo tras pasillo
hasta llegar al cuarto de baño.Mi vida cobraría un nuevo sentido tras pasar por el inodoro.Lo sabía,pero a mi mente volvía la sauna, sauna SAUNA SAUNA SAUNA SAUNA SAUNA SAUNA SAUNA y nunca mas se fue.

  • El Buen Gourmet , Vol.3
  • -Admirado Señor, ha llegado la hora del desayuno, espero que haya descansado tanto como le
    dije ayer. Si no ha sido así, me temo que tendré que utilizar el doloroso plan b. ¿Qué tal lleva
    las costuras del pene? Déjeme ver...Ajam, cicatriza correctamente. Como podrá comprobar, he
    pensado en todos los detalles, incluso en su miserable pene cosido, jajaja. Permítame la broma.
    Supongo que tendrá la vejiga a flor de piel. No hay nada como una buena meada matutina, ¿verdad?
    No se preocupe, ahora mismo le fabrico una nueva vía de escape. ¿Ve este taladro con su fina
    broca de acero? Normalmente estas brocas se utilizan para abrir agujeros del tamaño de un
    tornillo, para así poder manipular mejor la madera o aglomerado. Para que quede a escuadra, usted
    me entiende. Bueno, pues con dicho taladro voy a perforarle el pene hinchado ese que tiene,
    para que pueda usted orinar cuando quiera. Luego procederé a la cauterización de la nueva vía
    urinaria, con aquel minisoplete que puede ver usted sobre aquella mesa del fondo. Le sugiero
    que apriete todos los músculos de su cuerpo. Esto le va a doler un poco.

    Bueno, Señor Welsh, ¿cómo se encuentra? Ha sido usted increiblemente recio. Ahora puede mear
    a su gusto, aunque permítame que le diga que las primeras veces le escocerá un poquito.
    Muy bien, es ahora cuando he de preparar nuestro desayuno. Este bisturí es mi herramienta de
    trabajo predilecta. Con él le extraeré ambos testículos para cortarlos trasversalmente y
    sazonarlos tal como le dije anoche. ¿Sabe? Me encanta la mezcla del pimiento y la pimienta negra.
    Le da a los alimentos ese toque exótico pero al mismo tiempo rústico que tanto me gusta.
    Procedamos.
    Es normal que le duela un poco, estoy diseccionando ciertos nervios punzantes. No se angustie
    por la cantidad de sangre, tras la cauterización y costura de la herida, quedará usted como nuevo.
    Como un nuevo eunuco. Déjeme hacer...

    Bien Señor Welsh, ya me ve usted la cara enrojecida por su sangre. No hace falta que le diga que
    ha sido una operación bastante complicada. Dicho de una manera muy vulgar, tiene usted unos
    cojones de hierro. Jajaja. Perdón por la grosería. No se mueva de aquí mientras preparo la
    bechamel. Es usted el mejor compañero que he tenido en la vida, le felicito encarecidamente.

    Bien, bien, bien. Ya estoy de vuelta. Me he tomado la libertad de tardar un poco más y así
    cambiarme de ropa, porque me ha dejado usted perdido el traje, aquel traje de 1400 dólares.
    No se preocupe, en realidad no era muy de mi agrado, al no estar hecho a medida, por mucha
    calidad que tenga, no se me aclopaba perfectamente a la espalda, ya sabe. Esa estúpida
    protuberancia que le sale a uno por detras del cogote cuando se sienta en una silla demasiado
    baja. ¿Verdad que es lo peor que le puede pasar a un hombre de negocios? Yo siempre se lo
    estoy diciendo a mis compañeros de trabajo, pero nada. Al día siguiente vuelven a aparecer con
    esos trajes de 500 pavos, que más que trajes parecen latas de anchoas en aceite. Y ya ni
    hablemos de la combinación de corbatas que usan...
    Vayamos al grano Señor Welsh. He aquí sus deliciosos testículos al atún y nuez moscada,
    recubiertos de una finísima y suave película de bechamel. ¿Tiene usted hambre? Según me dicta
    mi dilatada experiencia, ahora usted vomita o intenta escapar. Permítame volver a repetirle
    que sería muy poco inteligente por su parte no probar sus testículos. Yo voy a por ellos,
    dese prisa si quiere catarlos, me he levantado con un hambre atroz.


    * * *

    El Buen Gourmet , Vol.2

    -Buenos días, ya se ha despertado el dormilón. Ha estado usted más de cuatro horas inconsciente.
    ¿Le gustan las películas de Woody Allen? Lo digo por aquello del dormilón. Es el nombre del
    mejor film de Allen. Se la recomiendo....bueno, si se porta usted bien, puede que se la ponga
    más adelante para que se distraiga si quiere.
    Como le dije, ya he preparado el trébol de cuatro hojas al vino y al limón y le he cosido el pene
    como prometí. Si mira usted en la dirección podrá comprobar que soy un cirujano excelente.
    Mucha práctica, sí.
    Qué me dice, ¿le apetece un pedazo de esta delicia? No tiene que temer,
    lo he lavado primero para quitarle restos de sangre y flujos. ¿Verdad que parece un plato japonés?
    No quiere, ya me lo temía. Es usted de los que aparentan tener más clase de la que realmente
    tienen. Usted se lo pierde....
    mmmmmm...ex qui si to.
    Bueno, por hoy ya está bien, le voy a suministrar la medicina adecuada para que pueda descansar
    toda la noche y reponga fuerzas, mañana será un día muy largo y las va a necesitar. ¿Quiere
    saber un adelanto del desayuno de mañana? Mañana tendremos testículos rellenos con atún,
    tomate, pimiento, pimienta negra y nuez moscada. Todo recubierto con una finisima capa de
    bechamel.

    El buen gourmet, vol.1

    -curiosa pregunta me hace, caballero. Pero denoto en su tono algo similar al orgullo masculino.
    No pensará usted que nunca me la he planteado, ¿verdad? Aunque no lo crea, porque se por
    experiencia que no lo creerá, siempre tengo en la cabeza esa pregunta. Puede sonar irónico, y
    más para mí, que se en lo que se va a convertir su vida en sus últimos espasmos. Si le digo la
    verdad, no lo se. No tengo ningún motivo punzante, ni oigo voces ni nada por el estilo.
    Simple y llanamente digamos que no tengo corazón. Ahora es cuando usted debe intentar liberarse
    de sus ataduras. Siempre que le digo a alguien como usted que no tengo corazón, piensa en sus
    hijos y su esposa, ¿me equivoco? ¿Acaso no está rememorando ahora mismo esos dulces veranos
    de soltería, cuando se amaban secretamente? ¿Acaso no está visualizando las primeras palabras de
    sus hijos? Sois todos tan predecibles...de verdad me canso y sufro por vosotros en silencio. De
    verdad que me culpo por los pecados de toda la Humanidad. No puedo soportar ser de la misma
    especie que vosotros. Y sí, se puede decir que eso es lo más parecido a un motivo, en estas
    circunstancias, señor. Bueno, le diré lo que voy a hacer con usted ahora. Nada puede pararme,
    como ya se habrá; dado cuenta. En primer lugar voy a utilizar estas tijeras metalicas especiales
    para limpiar pescado en su glande. Voy a recortarlo en final capas, como si se tratara de una
    manualidad en aquella clase de Pretecnología, ¿recuerda? Yo solía preguntarle a la profesora
    si el nombre de esa asignatura le parecía correcto. Ella se reía siempre y me tocaba los pelos
    de la coronilla. Luego yo tenía que pasarme la mano por la zona para volver a peinarme. ¿No
    le sucede a usted lo mismo?¿No tiene que pasar la mano por el cabello donde
    le han acariciado? Yo creo que es cuasi un acto reflejo, un malestar inconsciente contra la
    sumisión. Irónico. Lo dicho, le recortaré el glande y lo depositaré en aquel plato que puede
    usted ver a su derecha. Le aconsejo que si tiene ganas de orinar, lo haga cuanto antes, porque
    despues coseré el pellejo de su pene, formando un buñuelo-quiste estrambótico. Mientras usted se
    repone del dolor, con las capas de glande del plato formaré una especie de trébol de cuatro hojas
    adornado con un chorrito de vino blanco y otro de limón. Imagino que no habrá probado esa receta
    en su vida. Ahora tiene la oportunidad si quiere, le aconsejo que lo haga, porque está exquisito.
    basta de charla. Procedamos...