Hacerse mayor es
paladear lo que antes derrochabas

sorprenderse recordando
los detalles de tus piernas
que no hace falta recordar
porque ahí están

balanceándose como un soldado moribundo
que no acepta la derrota extraña del dolor
y yo tampoco

El espíritu del 5 de Abril de 1994.








Voy a hacer como que duermo 
como que descanso 
y como que lucho 
contra el virus de la gripe. 
Voy a hacer como que duermo 
como que mañana será un buen día 
y como que todo 
tendrá su recompensa. 

Como que vivo 
como que sueño 
como que pienso 
 y como que existo. 

Voy a hacer como que duermo 
como que mis constantes se relajan 
y como que no que no que no. 
Voy a hacer como que duermo 
como que respiro demasiado fuerte 
y como que tengo un infinito en paciencia. 

Y como que vivo 
y como que sueño 
y como que grito 
y como que muero. 

Voy a hacer como que duermo 
como que actúo 
¡como que quiero! 

No me espero despierto.

"Mientras tú duermes tranquilo".





Languidecer
y correr delante del desastre
son lo mismo.

Es lo mismo que la cola del dentista imaginario
que el tobogán de arena de refresco en la terraza,
que la calma ansiada, como dije, tras mi muerte.

Languidecer
y esta euforia exacerbada
son lo mismo.

Es lo mismo que el tropiezo en la rutina victorioso,
que el encaje de bolillos de la mente,
es la muerte, como dije, tras la muerte.
Es la muerte
como dije
tras
la
muerte.
No.

Posición, cruce, posición, cruce, posición.






Aprender a sobrellevarse
pasando a la deriva por encima de conversaciones
casi flotando sobre algo que se hunde
y el no-cielo de ayer.
Lo que estaba en su lugar
cumpliendo el papel de travesaño.
Lo que estaba en su lugar
cumpliendo el papel de travesaño
y los Crujidos.

Aprender, traspasar, seguir,
importar, derruir, dormitar,
languidecer, resoplar, titilar
y el tictacteo arácnido de siesta.
La mirada de la muerte aburrida
la empatía de las máquinas de café.

Aprender a asimilarlo todo,
el siempre-perdido que gira en círculos excéntricos.
Yo,
que donde suele haber silencio
tengo crujidos.
Pero nada serio,
son las once.