Ha sonado el despertador a las nueve.
Me he mirado la barriga
y he caminado lentamente hasta el baño
para ponerme las lentillas.
Nada mas encender la television
tertulias politicas me muestran
a nuestro presidente emocionado,
secandose una lagrima con un pañuelo
lleno de victimas.
Odio el comunismo.
He abierto el frigorifico para comprobar
si existe la magia.
Vacio.
Me he puesto los pantalones grises,
los que llevo desde hace una semana,
las sandalias marrones y la camiseta ocre
con simboligia egipcia.
He lavado mis dientes y las gotas a gran presion
han salpicado mi cara
porque algo se rompio dentro del grifo.
He mirado mi pelo tras el espejo.
Deberia hacer unos retoques por aqui y por alla.
Mi pelo es una mezcla de aviador años 30 y ricky martin.
Empiezo a odiarlo.
He puesto el auricular del telefono en mi oreja
para comprobar si existe la magia.
Cortado.
He esperado sentado en el silloncito de terciopelo azul
Y justo ahi has aparecido.
Cogiendote las piernas,
mostrandome las rodillas.
y sonriendo sin querer enseñar los dientes
porque quizas tengas algo entre ellos.
Siguiente fotograma.
Mirando de soslayo por encima del hombro izquierdo
mientras un tirante negro te sujeta.
Siguiente fotograma
Sonriendo
borrosa frente al espejo.
He cabeceado a izquierda y derecha
intentando despejar mi cerebro
Lestat el vampiro me saluda desde dentro
a pesar de que nunca lo he leido.
Me he mirado las manos
puestas ordenadas delante de los ojos
tengo heridas que no se como me hice,
no recuerdo nada,
trozos de carne que faltan en un nudillo
arañazos en el dorso
Supongo que son efectos secundarios
de este extraño fin de semana.
He mirado la pulsera que antaño fue collar de mi perro.
Muerto.
He pensado en el telefono.
Nadie llama.
Noto como si mi estomago crujiera y se desenredara.
No hay nada para comer. Solo pan tostado.
Solo.
Me he levantado del silloncito de terciopelo azul
He dado unos pasos hacia delante
he pensado en cosas que hacer.
He vuelto a sentarme en el silloncito de terciopelo azul.
He mirado mis uñas.
No hay nada que comer.
¿Por que nadie llama?
No tengo dinero, ni siquiera dentro del telefono.
Me he levantado del silloncito de terciopelo azul
y me he plantado frente al espejo.
Me he lavado la cara.
He mirado el hueco de la puerta a traves del espejo.
He vuelto a sentarme mirando el techo
en el silloncito de terciopelo azul
Ahora que lo pienso: es verdoso.
Deberia hacer algo con la vida.
He visto un libro de Woody Allen a mi alcance.
Lo he cogido.
Le he dado varias vueltas.
He leido dos hojas.
Como acabar de una vez por todas con la cultura.
Sin leer, evidentemente.
Lo he cerrado.
Lo he tirado hacia la cama.
Algunas hojas se doblan, dejando al libro
en posicion siniestra.
Adolf Hitler me saluda desde otro estante.
Mein Kampf.
Lo he abierto dejando guardada la portada rota.
Gradualmente me fui percatando de que
en la prensa socialdemocrata
preponderaba el elemento judio.
Lo he cerrado.
Lo he vuelto a poner sobre la estanteria.
He notado un cambio de dimension.
Un cambio en la presion atmosferica incluso.
HE vuelto a sentarme en el sillon de terciopelo azul.
Y has vuelto a aparecer.
Llena de espuma de afeitar.
Siguiente fotograma.
Apesadumbrada sobre una cisterna de vater.
Particulas flotando sobre un ruido blanco con extraña modulacion.
Abro los ojos.
Miro a mi alrededor.
Mi barriga grita.
Me atuso el cabello y suspiro.
Respiro...
...ya empiezo a odiarme:
la magia no existe.
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