El blog de Ostra (Andrés C. Antúnez) / Foto: Lía A.
Y ahora que parece que el eterno retorno, simbólico mikado de cicatrices de antebrazo, definitivamente me alcanza, pido un deseo. Uno lento, caliente y destructor.
De la vida, algo queda por ahí. Pero ya no se le parece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario