Languidecer es diferente cuando lo haces ante de la incertidumbre.
No tiene nada que ver con la sensación de escapada de las
películas de terror.
Ni con el grito
estroboscópico y saturado
del dolor ante la
asimilación del Big Bang .
Se parece a la sensación de ser extremadamente tímido
y poseer diferentes grados de compulsividad
y escuchar tu nombre por megafonía en la cola del dentista.
Eso,
exactamente eso
es correr delante de la muerte.
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