Bueno,
hasta incluso
puede que al final
tengas la suerte
de ocupar tu tiempo de alguna manera
que no te haga pensar en funerarias.
Porque el juez siempre da su golpe de martillo
con la misma presión
aunque desde la ingravidez insalubre
en la que te meces
parezca que se ensañe.
No te extrañe
que de tanto decir
que te ibas a morir de pena
hayas tenido una vida de risa.
Y probablemente al final
acabes por pensar que conceptos como
malgastar el tiempo
o merecer la pena,
no merecen la pena.
Y también llegará el momento
que tu entorno deje de parecer un sueño
y veas que simplemente has estado durmiendo,
porque no te extrañe
que de tanto decir
que te ibas a morir de amor
hayas tenido una vida de mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario