Una semana y media con dolor de rodillas.

Bueno,

hasta incluso

puede que al final

tengas la suerte

de ocupar tu tiempo de alguna manera

que no te haga pensar en funerarias.

Porque el juez siempre da su golpe de martillo

con la misma presión

aunque desde la ingravidez insalubre

en la que te meces

parezca que se ensañe.

No te extrañe

que de tanto decir

que te ibas a morir de pena

hayas tenido una vida de risa.

Y probablemente al final

acabes por pensar que conceptos como

malgastar el tiempo

o merecer la pena,

no merecen la pena.

Y también llegará el momento

que tu entorno deje de parecer un sueño

y veas que simplemente has estado durmiendo,

porque no te extrañe

que de tanto decir

que te ibas a morir de amor

hayas tenido una vida de mierda.

No hay comentarios: